jueves, 17 de enero de 2013

El Vals del Adiós: Palabras y grito desde el descreimiento comprometido...

«El último texto escrito por Louis Aragon supone la despedida del teatro de Fernando Guillén (Barcelona, 1932). En 'El vals del adiós' el actor se mete en la piel de este comunista francés y padre del dadaísmo.

R. ESTEBAN- ¿Por qué ha escogido un texto no teatral para volver al teatro?

FERNANDO GUILLÉN.- Es un texto que me fascina. Lo escribió Louis Aragon cuando rompió con el Partido Comunista Francés por la invasión soviética de Praga. Es una carta de despedida conmovedora y tremenda que escribe mientras está destrozado porque sigue siendo comunista, pero con un partido que le margina. Además, tiene un título premonitorio, ya que cuando lo acabe voy a decir adiós.

R.E.- ¿De todo?

F.G.- No, solamente al teatro, porque supone un esfuerzo tremendo. Será muy emocionante despedirme en el mismo recinto donde empecé con 'Tres sombreros de copa'.

R.E.- ¿Cómo interpreta a Aragon?

F.G.- Leo prácticamente todo el rato, aunque me muevo más que Jean-Louis Trintignant en el brillante montaje que hizo hace ocho años. No es un texto para hacerlo de memoria, es más emotivo y coherente leerlo. Estoy en un escenario limpio, acompañado sólo por la música de entreguerras que toca Alfredo Valero.

R.E.- ¿Cómo ve su trayectoria al acercarse el momento del adiós?

F.G.- Con optimismo, no soy una estrella, pero tengo cierto prestigio. Estoy orgulloso es de mi compromiso. En los 60 fui de los únicos, con Adolfo Marsillach, Nuria Espert y mi mujer (Gemma Cuervo), que intentó hacer un teatro comprometido pese a la censura.»

(Fernando GUILLÉN GALLEGO, Barcelona, 22 de noviembre de 1932 - Madrid, 17 de enero de 2013. "Entrevista a Fernando Guillén: Me retiro en el mismo teatro en el que empecé" realizada por 
R. Esteban cuando representaba su última obra teatral, El Vals del Adiós, sobre texto de Louis Aragon, El Mundo, 7-6-2007.)

La voz,  veces, puede ser el maravilloso y bien templado instrumento para transmitir ese descreimiento comprometido tan necesario en nuestros días... Mientras asistimos atónitos al espectáculo de extesoreros de partidos políticos capaces de acumular decenas de millones de euros en cuentas suizas o a ayuntamientos que llevan a la alcaldía a personas que no figuraban en lista electoral alguna, hace su mutis definitivo por el foro del mejor recuerdo quien representa, acaso como nadie, el servicio constante, desde los escenarios o las pantallas, a la causa de la vida.

Con el descreimiento con el ese último texto representado/leído sobre las tablas entonaba el vals del adiós... Descreimiento en las palabras de su autor, Lous Aragon, desgarrado por la necesidad de romper con quienes usurpaban, con prácticas terribles y torticeras, el nombre de los ideales que compartía... Descreimiento terrible en quien prestaba su voz, profunda y tensa, al grito de tantas causas perdidas, de tantos sueños rotos.

Pero, ante todo, compromiso con la necesidad y urgencia de esas palabras y de ese grito.

Para que, al menos, los Bárcenas y sus compinches no se crean que no nos damos cuenta o nos conformamos con taparnos las narices y mirar para otro lado.

Gracias, pues, por esas palabras y ese grito que debemos seguir cultivando con mimo para que su descreimiento comprometido florezca cada día en más labios... Para que algo cambie.
 
¡¡REVISEMOS EL TEXTO DE SU ÚLTIMA
PRESENCIA EN LAS TABLAS
(El Vals del Adiós de Louis Aragon,
http://www.youtube.com/watch?v=cAKyRhXyMko)
O SU INTERPRETACIÓN DE GOYA
(Don Juan en los Infiernos, 1991, de Gonzalo Suárez)!! 
Nacho Fernández del Castro, 17 de Enero de 2013

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