miércoles, 24 de abril de 2019

EL CENTRO MUNICIPAL INTEGRADO DEL LLANO CONTINÚA LA PROGRAMACIÓN DE DE SU CINE-FORUM “RECUPERANDO LA MEMORIA HISTÓRICA” EN EL PRIMER SEMESTRE DE 2019 (SEGUNDA PARTE DEL CICLO “FILMÁBAMOS AYER…”) CON LA PROYECCIÓN DE RIFIFÍ EN LA CIUDAD (1963) DE JESÚS FRANCO (29 DE ABRIL)


Resultado de imagen de Rififí en la ciudad
El Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón), en la sesión del mes de Abril-2019 (Lunes, día 29, a las 19 horas) da continuidad a su Cine-Forum “Recuperando la Memoria Histórica, siguiendo con la segunda parte del Ciclo “Filmábamos ayer…: Francisco Rovira Beleta, Luís García Berlanga, Luís Buñuel, Jesús Franco, Ricardo Franco, José María Gutiérrez Santos” (que seguirá haciendo una cala en lo mejor -y más olvidado- del cine clásico español de grandes directores ya fallecidos)… 
Resultado de imagen de Jesús FrancoEsta actividad, organizada en colaboración con elDepartamento de Proyectos Culturales de la FMCEyUP del Ayuntamiento de Gijón, continúa con la proyección de Rififí en la ciudad (España- Francia, 1963) de Jesús FRANCO MANERA (Madrid, 12 de Mayo de 1930- Málaga, 2 de Abril del 2013), noveno largometraje en apenas cuatro años (había debutado en 1959 con Tenemos 18 años, producida por Luís García Berlanga) del que acaso sea el “gran maldito” del cine español y verdadero icono de una controvertida forma de plasmar el terror entre lo paródico, lo onírico y lo erótico. Autor de culto casi desde sus inicios, fue reclamado por Hollywood o por Orson Welles en su paso por España, mientras se prodigaba llegando a realizar hasta una docena de películas por año hasta acumular una filmografía con más de doscientos títulos (el año anterior a su muerte todavía firmó, ¡con 82 años!, tres películas -La cripta de las condenadas I y II, y Al Pereira vs. The Alligator Ladies- y, de hecho, moriría, tras un accidente cerebrovascular isquémico, en medio del caos habitual del rodaje de Revenge of The Alligator Ladies, película que terminaría su coproductor y actor principal Antonio Mayans-). 
En la película que nos ocupa, todavía tentada por el mainstream negro, se nos cuenta como, en un país centroamericano impreciso, Juan Solano (Serafín García Vázquez), camarero de un Stardust y confidente de la policía, es asesinado por los hombres de Maurice Leprince (Jean Servais), un político que controla el tráfico de drogas de toda Sudamérica y es dueño de nightclubs mientras esconde tales actividades bajo una capa pública de intachable honorabilidad… Juan, de hecho, estaba a punto de obtener y proporcionar las evidencias para condenar a Leprince, justo cuando éste había decidido completar su coraza de respetabilidad presentando su candidatura a la Presidencia del Senado; y, de repente, todos cuantos habían intervenido en ese “oportuno asesinato” van siendo sucesivamente eliminados. Todos los indicios de la cadena homicida parecen apuntar hacia el sargento detective Miguel Mora (Fernando Fernán Gómez), protector policial de Juan Solano
Espléndido avance de la capacidad del tío Jess (apodo cariñoso por el que se conocía al polifacético y pródigo artista –escritor de novelas policiacas como David Khunne, músico e intérprete de jazz y, sobre todo, cineasta multifunción: actor, guionista, productor, compositor, montador, fotógrafo y director-) para amalgamar y desbordar géneros (no en vano hizo incursiones en todos ellos, desde el musical hasta el terror gótico, desde la comedia hasta la pornografía,…) con una mezcla de genio artesanal (desbordado muy frecuentemente por una celeridad que derivaba en cierto aspecto formal deslavazado) e ironía... Pero aquí, Jesús Franco, todavía no volcado en el explotation europeo, parte de evidentes y gozosas fuentes mainstream: el propio título lo sitúa ante el gran clásico de Jules Dassin, Du rififi chez les hommes (1955) –incluso el malvado central está interpretado aquí por el belga Jean Servais, que incorporara al gángster más señalado de la obra de Dassin-; aunque los hechos narrados, con mafioso dueño de club nocturno que se postula para senador, recuerdan más la novela The Glass Key (1931) de Dashiell Hammett, tempranamente llevada a la gran pantalla por Frank Tuttle, 1935, con gran fidelidad y fuerza, y, más tarde, por  Stuart Heiler, 1942); con guión explícitamente basado en la novela de Charles Exbrayat Vous souvenez-vous de Paco? (1958), trasladando la acción de Barcelona a Centroamérica y fuera ya de la “zona de confort” humorística del narrador; con rendido culto a la mejor tradición del cine negro y, sobre todo, al Orson Welles de La dama de Shangai (1948) o Sed de mal (1958) –con encuadres concretos de homenaje o guiños como el hecho de que la acción se sitúe en Centroamérica, la concordante “dureza policial” de los personajes interpretados respectivamente por Fernando Fernán-Gómez, como Miguel Mora, yCharlton Heston, como ese Mike Vargas que también se proyecta en la obra de Franco a través del Comisario Vargas interpretado por  Antonio Prieto-… Pero, además, el genio cinematográfico del Tío Jess usa con eficacia suma la fotografía  en blanco y negro de Godofredo Pacheco junto a sus habituales números musicales para trabar una atmósfera vigorosa (incluyendo unas creíbles, en su encanto decadente, localizaciones exteriores en Marbella que sólo al rey del underground hispano se le podían ocurrir) para lograr el parsimonioso más adecuado a los derroteros de una historia acaso demasiado atrapada por ciertos cánones en la configuración de sus protagonistas y situaciones. Así que, pese a esta leve concesión a los convencionalismos del género y el tiempo, todo refleja la inequívoca personalidad estética del autor para sumirnos en una ambientación llena de imágenes sugerentes que nos absorben hasta dejarnos ese curioso regusto vivencial de los sueños más extraños (y gozosos). Estamos, pues, ante la que probablemente sea la película de más preciso y cuidadoso  acabado técnico del prolífico director (que, como hacía con frecuencia, también se reserva un cameo) y, por añadidura, uno de las mejores muestras de cine negro español de todos los tiempos lamentablemente caído en el olvido bajo el peso de la extensa y marginal obra de su director. Un cineasta que acierta a combinar el hálito del pulp, que había escrito, con una suerte de inequívoco y cinéfilo expresionismo sensual para retratar un cruce de corrupciones, codicia política, turbios comercios, venganzas y ajustes de cuentas, odios y amores, que sitúan en primer plano la connivencia (y hasta convergencia) entre la “buena sociedad”, las mafias y el poder político. Rififí en la ciudad, a la que finalmente le fallaría la coproducción francesa quedando a expensas de José López Brea y su productora Albatros, no tuvo una distribución puntual ni adecuada, exhibiéndose sólo en circuitos secundarios que ya anticipaban los cauces por los que fluiría (eso sí, torrencialmente) el futuro cine de Jesús Franco.
Como siempre, se proporcionará a las personas asistentes documentación sobre la producción proyectada (Ficha técnica y artística, carteles, biografía del director, sinopsis, y comentarios histórico, ético-político y cinematográfico) realizada por el coordinador del Cine-Forum (José Ignacio Fernández del Castro); para, tras la proyección, desarrollar un pequeño coloquio. La sesión se celebrará en el Salón de Actos (Planta Baja) con asistencia libre. 
Resulta importante señalar la necesidad de acudir puntualmente a la hora fijada, pues, para evitar ruidos que interfieran la proyección, una vez iniciada la misma, se cerrarán las puertas de acceso a  la sala.