«—¿Se pueden enganchar hoy los chicos con un personaje tan
ingenuo?.
—Mientras al chico le des
imaginación, le des aventura y le des personajes buenos y malos... El chico en
esencia es bueno, es travieso, pícaro, lo que pasa es que los mayores les
informamos con otro método. Y creemos que son más inteligentes, porque les
damos mucha más información, pero eso no quiere decir que estén maduros. El
chico tiene los mismos móviles siempre: la ambición, el querer, el poseer, el
coleccionar... Los móviles de aventuras, de imaginación, de deseos, son los
mismos.»
(Manuel GARCÍA
FERRÉ, creador de El Libro Gordo de Petete; Almería, España, 8 de octubre de 1929 - Buenos
Aires, Argentina, 28 de marzo de 2013. “García Ferré: El chico en esencia es bueno”, entrevista con motivo del estreno
de su último largometraje, Soledad y Larguirucho, en Clarín
-http://www.clarin.com/espectaculos/cine/chico-esencia-bueno_0_734926517.html-,
10-7-2012.)
Y ahora, Manuel
García Ferré, creador audiovisual hispanoargentino de nombre seguramente desconocido
para buena parte de las gentes beneficiarias de su obra... Porque, impulsado por
una enciclopedia de cinco volúmenes con cuatrocientas paginas cada uno, y el
lema “¡Una sólida cultura es la herencia más segura!”, fue quien
hizo que El Libro Gordo de Petete se convirtiese en un referente
televisivo del sabio entretenimiento
(o de la sabiduría entretenida) para
las miradas infantiles de los años setenta y ochenta del pasado siglo en buena
parte del mundo hispano.
Un creador, en fin,
capaz de alentar la imaginación y el afán
de aventura de nuestros sueños
sin ocultar la lucha permanente del bien
y el mal... Capaz, por ejemplo, de lograr, ¡con setenta años y desde una
Argentina tan alejada de Hollywood!, poner un largometraje de dibujos animados,
Manuelita
(1999), a las mismas puertas del Oscar.
Él si sabía adecuar
la información a nuestros deseos de saber para hacerla avanzar a impulsos de la imaginación por las sendas de la aventura...
O sea, todo lo
contrario de los torpes y sombríos propósitos de las leyes educativas al uso y, muy especialmente, de esa consagración neoliberal del “¡sálvese quien pueda! formativo” que
anuncia el Anteproyecto de la
Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa
del ministor José Ignacio Wert.
Nacho Fernández del Castro, 1 de Abril de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario