Y lo hace, más allá del “análisis de caso excepcional” que presentaba en sus propuestas anteriores (L'Ennui–Tedio-, 1998, o Roberto Succo, 2001) induncionamiento universal del capitalismo globalizado en el aquí y ahora de la crisis/estafa financiera… Nos sitúa ante la peripecia cotidiana de una pareja intercultural: Yann (Guillaume Canet), francés criado en un hospicio, y Nadia (Leïla Bekhti), inmigrante libanesa en París con un hijo de nueve años, Slimane (Slimane Khettabi). Su única aspiración es mejorar su vida, para lo que deciden abrir su propio y pequeño restaurante en el que Yann será el cocinero y Nadia la camarera… Para ello no dudan en arriesgarlo todo comprando un local, pues atesoran talento, coraje, amor y anhelos sobrados. Pero les falta el dinero y, por ello, se verán envueltos en una maraña de préstamos de la que muy pronto se darán cuenta, en medio de un trabajo extenuante, una riada de inclementes acreedores y un sistema crediticio inconmovible, que no pueden salir. Ante ese cerco implacable que amenza con destrozarles la vida, Nadia decide emigrar de nuevo para buscar un trabajo en Canadá con el que puedan superar los apuros financieros, mientras Yann hace un último intento desesperado para sacar a flote el restaurante y se queda a cargo de Slimane… Pero el buen cocinero acabará por comprender que la única verdadera posibilidad de una vida mejor es seguir a Nadia, para reunirse con ella y luchar (y amar) de nuevo todos juntos.
Película
de un naturalismo preciso, Una
vida mejor aporta su abrumadora sobriedad neorrealista a la voluntad de retrato, tan inusual como matizado,
siempre ajeno a convenciones, de las mezquindades de un sistema financiero
tóxico para la vida en la vieja Europa… Y lo hace buscando la credibilidad y la
objetividad con técnica sencilla, mínimo soporte
musical y la renuncia a cualquier efecto prescindible en esta fábula tan
terrorífica en sus pasos como luminosa en el conjunto de su itinerario. Porque,
si en la primera parte se describen
los pormenores de préstamos bancarios, embargos y sueños rotos bajo un halo
casi tremendista, llegados a Canadá
la óptica se torna itinerante para conmover desde la búsqueda de reparación del
desgarro sentimental en un ternurismo
contenido de final humanamente abierto. Estamos, pues, ante una propuesta
madura, basada en un uso ejemplar de elipsis y un pertinente enfoque de la
narración cinematográfica, excelentemente servida por un Guillaume Canet en su
incorporación de Yann, personaje absolutamente central y perfilado con trazos veristas
a la hora de mostrar nuevos modelos de
masculinidad con total convicción (con especial transparencia en la
construcción de su relación con el niño de su amada)... Historia, en fin, de
promoción social, derrumbe y reconfiguración de los retos vitales que atrapa y
humedece nuestra mirada sin artificios...
Por ello y aunque la filmografía de Cédric Kahn sólo
pase por España de refilón, mereció reconocimientos como el Premio Especial
del Jurado “João Bénard da Costa” en el Festival de Cine de Lisboa
y Estoril 2011; el Premio
al Mejor Actor (Guillaume Canet) en el Festival de Cine de Roma 2011,con nominación al Gran Premio Marco Aurelio de Oro a
la
Mejor Película; además de otras nominaciones
como la de Gran Premio Flecha de Cristal a la Mejor Película en el Festival de Cine Europeo de Les Arcs (París)
2011; la de Gran Premio Tokyo a la Mejor Película en el Festival Internacional
de Cine de Tokyo 2011; o la del Prix Lumière al Mejor Actor 2011
(Guillaume Canet) de la Académie Lumières, otorgado por la Crítica Internacional
a la excelencia en el Cine Francés y Francófono.
Se
proporcionará a las personas asistentes documentación sobre la película
proyectada (Ficha técnica y artística, carteles, biografía del director,
sinopsis, y comentarios histórico, ético-político y cinematográfico) realizada
por el coordinador del Cine-Forum (José Ignacio Fernández del Castro)...
La proyección está vinculada con la sesión del Foro Filosófico Popular “Pensando Aquí y Ahora” dedicada a «La Filosofía ante los absurdos del mundo aquí y
ahora: ¿Todo por la macroeconomía?» (Martes, 31 de Enero de 2017), y
tendrá lugar en el Salón de Actos
(Planta Baja) con asistencia
totalmente libre (no necesariamente vinculada a la participación en el Foro Filosófico
citado). Resulta importante señalar la necesidad de acudir puntualmente a la
hora fijada, pues, para evitar ruidos que interfieran la proyección, una vez
iniciada la misma, se cerrarán las puertas de acceso a la sala.
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