El
Centro Municipal Integrado de El
Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón), en la sesión del mes de Enero-2018 (Lunes, día 28,
a las 19 horas)
da continuidad a su Cine-Forum
“Recuperando la
Memoria Histórica”, con la segunda parte del Ciclo “Filmábamos ayer…: Francisco Rovira
Beleta, Luís García Berlanga, Luís Buñuel, Jesús Franco, Ricardo Franco, José
María Gutiérrez Santos” (que seguirá
haciendo una cala en lo mejor -y más olvidado- del cine clásico español de
grandes directores ya fallecidos)…
Esta actividad, organizada en colaboración con el Departamento de Proyectos Culturales de la FMCEyUP del Ayuntamiento de
Gijón, arranca con la proyección de Hay un
camino a la derecha (España, 1953) de Francesc
ROVIRA i BELETA (Barcelona, 25 de Septiembre de 1912- 23 de Junio de 1999)...
Quien fuera uno de
los cineastas de mayor proyección internacional en los años sesenta del pasado
siglo (siendo, por ejemplo, el primer director español en repetir, 1963 y 1967,
nominación al Oscar a la Mejor Película
de Habla No Inglesa) encuentra hoy su relevante obra injustamente arrinconada
en el desván del olvido (o, incluso, cuando aborda temas vinculados al
folclore, a espacios televisivos como Cine
de barrio)... Así que es hora de reconocerla y reivindicarla para público
conocimiento. Porque en la película que nos ocupa (su cuarto largometraje de ficción tras Doce
horas de vida, 1949; 39 cartas de amor, 1950, y Lunas
de sangre, 1952; que estuvieron precedidas por el corto documental Deportes y
figuras del boxeo: Reportaje Nº 1,
1946) y primer gran éxito de público, mostrará ya. con claro tono neorrealista, su incuestionable compromiso con la
realidad social catalana a través del verismo
de una propuesta totalmente ajena a la pueril comercialidad de los tópicos del
momento, y llena de voluntad de fábula
simbólica...
Porque en ella se nos habla de Miguel
(Francisco Rabal), que, cuando su
barco llega a Barcelona, es despedido de su trabajo de marinero… A partir de
ese momento, deberá enfrentarse a la falta de oportunidades y a los consiguientes
problemas financieros que le llevarán, primero, a hacerse vigilante, pésimamente
pagado, de un almacén del muelle y, poco a poco, acuciado por las penurias
familiares de las que se siente impacientemente responsable porque hasta el
poco dinero que consigue reunir su esposa Inés (Julita Martínez) cosiendo afanosamente en su casa es dilapidado
rápidamente por él, a buscar soluciones rápidas y fáciles, cada vez más
inmersas en el mundo de la delincuencia… Hasta colaborar en un robo en el
almacén que vigila…
Concebida
como un drama sin concesiones a cuyoverismo se asienta sobre una eficaz localización de
escenarios exteriores e interriores urbanos (desde los muelles del puerto y
alrededores, donde trabaja el protagonista, a su casa en El Raval, en pleno barrio
chino; pasando por el poblado chabolista del Somorrostro, con su
playa; la Carrer d’Anglí, con esa atmósfera monjil del viejo Sarrià; la velada
de lucha libre en la sala Gran Price; los pasillos y salas del viejo
Hospital Clínico; e incluso la adecuada escenografía interior de la vivienda, acondicionada
en los Estudios Kinefón), Hay un camino a la derecha no lo
tuvo tan difícil con la censura
franquista, en pleno delirio autárquico,
como con el productor, el por entonces popular tenor y propietario del Restaurante “Los Caracoles” Antonio
Bofarull, que no sólo realizó esas tareas desde su productora Titán Films (que
creara en 1948), sino que también interpretaría a Vicente, uno de los
personajes secundarios… Y, sobre todo, impondría un happy end totalmente incongruente con el guión escrito por Rovira
Beleta y Manuel Saló que empezaba con el despido y acababa con el entierro del
personaje interpretado por Francisco Rabal… El pastiche de ese final feliz provocó, por ello, alteraciones en el principio buscando una mínima
coherencia con el espíritu dramático, quedando en un conciso flash forward, sobre imágenes
del puerto y el plano general de la salida de empleados de La Maquinista Terrestre y Marítima, uno
de los cuales veremos más tarde llegando con premura a su casa, mientras una voz en off desgrana una apología del sumiso sometimiento al destino y una
exaltación de la familia, para orientar una visión lineal y conservadora
del drama narrado..
Y, sin embargo, la fuerza de la historia y el
pulso de su director, con la colaboración de un brillante equipo técnico (con
Francisco Pérez Dolz como ayudante y José María Forn como secretario de
dirección, con Ricardo Albiñana como operador, con Alfonso de Lucas en los
decorados…) y artístico (en el que brillan muy especialmente Paco Rabal y
Julita Martínez en sus papeles principales), edundaron no sólo en un éxito de
taquilla más que notable (61 días en cartel en su estreno en Barcelona y 56 en
Madrid), que la llevó a recibir el Premio
a la Máxima Comercialidad concedido por la revista Espectáculo en
1955, sino también en un reconocimiento crítico que la hizo acreedora a los Premios al Mejor Actor (Francisco Rabal)
y a la Mejor Actriz (Julita Martínez)
en la I Semana Inernacional de Cine de
San Sebastián 1953, con nominación
como Mejor Película; y se le otorgó
el Premio Ciudad de Barcelona a la Mejor Dirección en el Certamen Cinematográfico de la Merced 1953.
Como
siempre, se proporcionará a las personas asistentes documentación sobre la
producción proyectada (Ficha técnica y artística, carteles, biografía del
director, sinopsis, y comentarios histórico, ético-político y cinematográfico)
realizada por el coordinador del Cine-Forum (José Ignacio Fernández del
Castro); para, tras la proyección, desarrollar un pequeño coloquio. La
sesión se celebrará en el Salón de
Actos (Planta Baja) con asistencia libre. Resulta importante señalar
la necesidad de acudir puntualmente a la hora fijada, pues, para evitar ruidos
que interfieran la proyección, una vez iniciada la misma, se cerrarán las
puertas de acceso a la sala.
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