El Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37-
Gijón), en la sesión del mes de Septiembre-2018 (Lunes,
día 24, a las 19 horas) da continuidad a su Cine-Forum “Recuperando la Memoria Histórica”,
iniciando el Ciclo “Filmábamos ayer…:
Juan Antonio Bardem, Ladislao Vadja, Edgar Neville, Fernando Fernán gómez” (que
hará una cala en lo mejor -y más
olvidado- del cine clásico español de grandes directores ya fallecidos)… Esta actividad, organizada en
colaboración con el Departamento de
Proyectos Culturales de la FMCEyUP del Ayuntamiento de
Gijón, arranca con la proyección de Muerte de un ciclista (España- Italia, 1955) de Juan Antonio BARDEM MUÑOZ (Madrid,
2 de Junio de 1922- 30 de Octubre de 2002).
El cuarto largometraje (tercero en
solitario, pues comenzó codirigiendo con su amigo Luís García Berlanga el corto Paseo por una guerra antigua, 1948
–en el que también estaban Agustín Navarro y Florentino Soria-, y el largo Esa pareja feliz, 1953) de uno de
los grandes directores del compromiso
(punta de lanza de la renovación del cine
español en los años cincuenta y una de las gigantescas “tres B” del gran cine español, junto a Buñuel y Berlanga), es
generalmente considerada su obra maestra…
Porque en ella se nos cuenta la peripecia de María José de Castro (Lucía Bosé), joven burguesa madrileña,
y su amante Juan Fernández Soler, profesor universitario, que, en una de sus
escapadas amatorias, atropellan accidentalmente a un ciclista… Cuando Juan baja
del coche a comprobar su estado, ella le
detiene para evitar problemas y ambos regresan al coche para abandonar
rápidamente el escenario entre algún remordimiento y muchos temores a que el
asunto se pueda descubrir… Hasta que se van cerciorando de que nadie parece saber
nada concreto de lo sucedido. Pero, mientras María José es asediada por algunas
insinuaciones de Rafael Sandoval (Carlos
Casaravilla), un crítico de arte, Juan lo será cada vez más por su propia
conciencia: ella, cada vez más suspicaz ante la sospecha de que Rafa algo sabe de
lo ocurrido, siente amenazada su reputación; él, crecientemente perturbado por un progresivo
sentimiento de culpa, ve sus tareas cotidianas llenarse de despistes por más
que intenta aparentar calma y normalidad. Así que, cuando una de sus
negligencias docentes (devuelve a una alumna que estaba realizando una prueba
oral a su sitio entre gritos, tras sentir alucinadamente que su voz constriñe
el devenir de sus ideas, y, luego, la suspende) desemboca en el descrédito
profesional ante sus superiores y en las protestas del alumnado, decide, después de ponerlo en conocimiento de
María José, abandonarlo todo y entregarse a las autoridades. Pero ella no está
dispuesta a renunciar así como así a su condición pública de “buena burguesa”,
y para no tener que hacerlo, atropella premeditadamente a Juan en la misma
carretera en la que habían arrollado y abandonado al ciclista… Pero acaso a
ella le espere el mismo destino, aunque pueda ser con algún ciclista que, más
decente que ella, avise inmediatamente del accidente…
Juan
Aantonio Bardem, que había dicho en las famosasConversaciones de Salamanca (1955)
que el cine español era “políticamente ineficaz, socialmente falso,
intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico”,
irrumpió en ese panorama con pulso certero y, a veces, sublime… Como ocurre en Muerte
de un ciclista, situada en la estela de Cronaca di un amore (1950) de Michelangelo Antonioni, genuino ejemplo de esa suerte de postneorrealismo
que les une en la búsqueda permanente de planos reflexivos y hermosos desde los
que mirar la realidad para develar su cadencia y, ¿por qué no?, su hechizo, narrándola
con personalidad y afilado coraje… En Bardem, como aquí se muestra, hay además elegancia, cada uno de sus fotogramas quiere un cine consolidado como medio de expresión inequívocamente
estética capaz de indagar con voluntad pictórica y sonora en lo
oculto. Así lo hace aquí, desde una primorosa selección de tomas y escenarios
(casi todos en los alrededores de los madrileños Estudios Chamartín)
magistralmente fotografiados por Alfredo Fraile o un eficaz trabajo
interpretativo, para dejar nuestras miradas ante un tratamiento narrativo y
visual resultan difícilmente mejorable… Además,
por supuesto, el atropello y abandono de un ciclista por la parejita adultera se
converte en manos del comprometido director en denuncia de la egocéntrica
insolidaridad de la burguesía. Para decirlo con las palabras de José María Caparrós Lera (en el Cap IV: "La oposición al franquismo: Muerte de un ciclista (1955),
Calle Mayor (1956), y La Venganza (1957), de J.A. Bardem" de sus Estudios
sobre el cine español del franquismo (1941-1964) del 2000), "[en] Muerte de un ciclista […] se pueden apreciar el tráfico de
influencias y la situación de la clase obrera en esa etapa de posguerra, asÌ
como el fariseísmo de determinada sociedad, o los primeros conatos de rebelión
estudiantil, además del trasfondo político español y la crisis de algunos
intelectuales, […] incluso se identificó a Bardem con el crÌtico de arte que
incorpora Carlos Casaravilla". Y añade: "La
muerte de Juan por María José adquiere trascendencia y verosimilitud, en cuanto
de lo social se trasciende al mismo ámbito actuando políticamente: es una clase
social defendiendo a toda costa sus privilegios. Muerte de un ciclista es, por tanto, la descripción crítica de un
país que vive un periodo de confusión social, en el que la miseria y el lujo no
hallan un punto medio de confluencia."…
Todo ello la sitúa entre las mejores películas españolas de la historia en todas
las listas y, en su momento (pese a los recelos de la censura, a duras penas
salvados por la decidida búsqueda de compañías coproductoras por Manuel
Goyanes) le valió a el Premio
FIPRESCI de la Crítica Internacional en su estreno mundial, fuera de la sección oficial, en el Festival de Cannes 1955; y el Premio a la Mejor Película 1955 del Sindicato Nacional del Espectáculo de
España.
Como
siempre, se proporcionará a las personas asistentes documentación sobre la
producción proyectada (Ficha técnica y artística, carteles, biografía del
director, sinopsis, y comentarios histórico, ético-político y cinematográfico)
realizada por el coordinador del Cine-Forum (José Ignacio Fernández del
Castro); para, tras la proyección, desarrollar un pequeño coloquio. La
sesión se celebrará en el Salón de
Actos (Planta Baja) con asistencia libre. Resulta importante señalar
la necesidad de acudir puntualmente a la hora fijada, pues, para evitar ruidos
que interfieran la proyección, una vez iniciada la misma, se cerrarán las
puertas de acceso a la sala.
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