Porque partiendo de la lucha de Raül, un agricultor asentado en el extrarradio de Barcelona (en concreto en el núcleo rural de Gallecs, en el Vallès Oriental), por construir su modus vivendi en torno a la agricultura ecológica y su relación con Iurie, inmigrante moldavo aficionado a la lucha grecorromana, al que contrata para ayudarle en su empeño, su peripecia estival en el combate contra una casi metafísica plaga de mosca blanca que amenaza las cosechas, se va entrelazando, poco a poco, con las historias de tres mujeres golpeadas de muy diversos modos por la soledad en ese “no lugar” excedente de tantos territorios con nombre: María, una delicada pero decidida anciana que se ve forzada por la asfixia a abandonar la casa de campo que ha sido su vida para refugiarse en un geriátrico; Rosemarie, inmigrante filipina recién llegada que trabaja como cuidadora en ese asilo mientras intenta fortificar sus sentimientos para poder resistir tantas pérdidas; y Maribel, una prostituta que, cada vez con menos clientes entre los años y la dichosa crisis, ha de aventurarse por esos aleatorios caminos de paseantes urbanos ocasionales... Destinos de todos estos que se entrelazan azarosamente en un estío en el que la incertidumbre se funde con la rebeldía y el conformismo con la voluntad de lucha en medio de un paraje aislado que, por ello, es tan propicio para el cruce de soledades.
La plaga es, pues, una película de historias entrelazadas, que
funciona, en su voluntad de convertir el documento en ficción y la ficción en
documento, como un espejo móvil que va reflejando la vida en esos lugares
imprecisos dejados por la sociedad de consumo en el limbo de lo
inexistente, de lo que no es mercancía susceptible de negocio en
mercado alguno... Con cuatro largos años de trabajo de la directora con personas
que no son intérpretes, pero que acabarán por convertirse an personajes para
jugar a ser ellos mismos según un guión parsimoniosamente construido para la gran
pantalla, el proyecto fue avalado por el Talent Campus de la Berlinale. Y en su
culminación, Neus Ballús logra trascender la peripecia concreta, el paisaje y
el paisanaje retratados, los efectos de la crisis sobre sus perdedores más
olvidados incluso; porque, para decirlo con sus propias palabras: “…en realidad es un estado
de ánimo que va más allá de la crisis económica: es una crisis de valores, es
la soledad. La crisis es lo visible, pero a nivel anímico surgen muchas otras cosas”… Por todo ello, y esa voluntad de seguir la senda
abierta por eminentes cineastas como Joaquim Jordà, José Luís Guerín, Mercedes
Álvarez o Marc Recha, una
producción tan modesta y atípica obtuvo múltiples reconocimientos internacionales
como los Premios Gaudí
2014, de la Acadèmia del Cinema Català, a la Mejor Película, Mejor Dirección,
Mejor Guión (Neus
Ballús y Pau Subirós) y Mejor Montaje (Neus Ballús y Domi Parra), con nominación a la Mejor Fotografía (Diego Dussuel); el Premio Sant Jordi
2014, de Radio Nacional de España en Barcelona, a la Mejor Opera Prima; el Premio a la Mejor
Opera Prima 2014 del
Col·legi de
Directors i Directores de Cinema de Catalunya;
el Gran Premio “Hélice de Motovun” en el Festival de Cine de Motovun (Istria,
Croacia) 2013; el Premio
Interfedi (Neus Ballús) en el Festival
de Cine de Torino 2013, con nominación al Premio Ciudad de
Torino a la Mejor Película; el
Premio
al Mejor
Guión (Neus Ballús, Pau Subirós) en el Festival Cinespaña de Toulouse 2013; el Premio María
a la
Mejor Película
en el Festival de Cine de Cali
(Colombia) 2013; la Mención
Especial a la
Mejor Opera Prima
en el Festival de Cine Español de
Nantes 2014; aparte de casi otra decena de nominaciones diversas en Festivales como Bombay, CPH PIX (Copenhagen), Seattle, Viena o Málaga, incluyendo su estreno mundial en la Sección Forum de la Berlinale 2013; o galas incluyendo la nominación al Premio Goya
2014, de la Academia de las Artes y las
Ciencias Cinematográficas de España, a la Mejor Dirección Novel; y
al
Descubrimiento Europeo del Año en
los
Premios de la Academia de Cine Europeo 2013.
Como siempre, se
proporcionará a las personas participantes documentación sobre la obra
proyectada (Ficha técnica y artística, carteles, biografía de la directora,
sinopsis, y comentarios histórico, ético-político y cinematográfico) realizada
por el coordinador del Cine-Forum (José
Ignacio Fernández del Castro); para, tras la proyección, desarrollar un
pequeño coloquio. La sesión se celebrará en el Salón de Actos (Planta Baja) con asistencia libre.
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