Ha muerto el gran Juan Diego... Juan Diego Ruiz Moreno (Bormujos, Sevilla, 14 de diciembre de 1942-Madrid, 28 de abril de 2022) fue, hasta esa dolorosa enfermedad que le llevó a la muerte, uno de los grandísimos actores, el penúltimo quizás de esa grandiosa generación de intérpretes de la que todavía nos queda Pepe Sacristán... Infinita es su aportación a las tablas y las pantallas, pero, hombre de convicciones fuertemente solidarias e igualitarias, destacaba muy especialmente como actor de carácter al incorporar personajes especialmente mezquinos (por supuesto, ahí está su señorito Iván en la ejemplar versión fílmica que de "Los santos inocentes" hiciera Mario Camus en 1984, el Francisco Franco Bahamonde que encarnase en el "Dragon Rapide" de Jaime Camino en 1986, el intrigante capuchino Villaescusa de la versión de "El rey pasmado" llevada a las pantallas por Imanol Uribe en 1991)... Y siempre estaba tan presto a trabajar con grandes directores (el Ettore Scola de "El demonio de los celos" en 1970, el Fernando Fernán.Gómez de "El viaje a ninguna parte" en 1986, el postrero Luís García Berlanga de "París-Tombuctú" en 1999, o el Arturo Ripstein de "La virgen de la lujuria" en 2002) como a apoyar a debutantes en pequeños proyectos (como la maravillosa "Smoking Room" de Roger Gual y Julio D. Wallovits en 2002, en la que por cierto interpreta a otro asqueroso corrupto, el representante español de una multinacional, Sotomayor)... Con tres Goyas, dos como actor de reparto (por el Villaescusa de "El rey pasmado" y el Boronat de "París-Tombuctú") y uno como actor principal (por el Santiago de "Vete de mí", 2006, de Víctor García León), entre casi una decena de nominaciones, permítaseme quedarme con la primera de éstas por su impagable papel como San Juan de la Cruz en "La noche oscura", 1989, de Carlos Saura. Que la tierra le sea leve una vez sumido definitiva y literalmente en esa noche oscura personal.