El
Centro Municipal Integrado de El
Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón), en la sesión del mes de Marzo-2018 (Lunes, día 19,
a las 19 horas)
da continuidad a su Cine-Forum
“Recuperando la
Memoria Histórica ”, con el Ciclo “Ejercicios de estilo sobre el dolor y
la locura” (que ofrece muestras de algunos retratos que el cine español más independiente ha ofrecido, en lo que llevamos de milenio, bajo la mirada
de Isabel Coixet, Pablo Malo, José Manuel González-Berbel, Freddy Mas
Franqueza, Fernando Franco y Carlos Vermut)…
Esta actividad organizada en colaboración con el Departamento de Proyectos Culturales de la FMCEyUP del Ayuntamiento de
Gijón, aborda ahora la proyección de El
hombre de arena (España, 2007) de José Manuel GONZÁLEZ-BERBEL.
La opera prima (y única hasta
el momento) para la gran pantalla de este realizador formado en el ámbito
televisivo (es, desde 1990, el internacionalmente reconocido responsable de realización del Departamento de
Promociones de Gestevisión Telecinco)
nos cuenta una sorprendente historia de amour
fou en el marco de un sórdido manicomio extremeño en pleno desarrollismo franquista… A finales de los sesenta del pasado siglo, en el Hospital
Psiquiátrico de Extremadura, en Mérida, se encuentran en borrosa mezcolanza
enfermos mentales de distinto tipo con alcohólicos y vagabundos; víctimas de
métodos más que dudosos bajo el desinterés de un director, Burgos (Alberto Jiménez), más atento a los
deseos de las autoridades políticas y las fuerzas
vivas que al bienestar de las personas a su cargo… Pese a todo, incluso en
un medio tan hostil puede surgir una
paradójica historia de amor entre una chica que ha sido maltratada desde que es
capaz de recordar, Lola (María Valverde), y el recién ingresado
nómada idealista Mateo (Hugo Silva), más
genio que demente (que ha molestado a algún poderoso de la zona por ganarse
unos cuartos tocando la gaita). Y es que su rebelde talento y voluntad de
protección será capaz de ir cambiando muchas cosas, ganándose el respeto y
apoyando incluso el afán reformista de la doctora Carmen (Irene Visedo). Claro que todo ello despertará los recelos de otros
profesionales y pacientes, así como la irritación del mismísimo Director al
sentir amenazado el estado de cosas del que era cómodo y sumiso custodio.
Drama de amour fou envuelto en vestigios sensibles de un tiempo de manicomios indisimuladamente concebidos para el gran encierro foucaultiano que recluía, en torpe mezcolanza, personas con distintos problemas psiquiátricos junto a otras que, ajenas a cualquier atisbo de locura, suponían un desdoro o una exhibición fuera de norma, una molestia o una amenaza para las convenciones y costumbres gratas a las fuerzas vivas de la sociedad franquista de finales de los sesenta… Así que el debut del guionista y director José Manuel González-Berbel encierra esa trama en un largo flash-back que, aunque a veces parezca tornarse en “camisa de fuerza”, logra mantener nuestra empatía con cierta originalidad y un más que notable pulso narrativo al que no es ajeno el encomiable afán puesto en el pergeño del perfil de los personajes y sus interrelaciones (pese a algunas limitaciones interpretativas, por ejemplo en un Hugo Silva, Mateo en su primer papel protagonista para la gran pantalla, compensado parcialmente por inspirados secundarios como Samuel Le Bihan, el francés, o Miguel de Lira, Joao el portugués, o la maestría de veteranas como Mercedes Sampietro, Carmen mayor). Y no es que no haya deslices de bisoñez, como las concesiones fáciles a lugares comunes (celadores rijosos que abusan de internas dementes con el director haciendo la vista gorda; presos permanentemente confinados en algún cuarto siniestro sin que nadie parezca saber quiénes son, por qué están allí o los lóbregos misterios de sus casos) que, con la simpleza de su tratamiento, restan verosimilitud al postgusto. Y, sin embargo, el mayor valor de la película, insistimos, está en esa expresa voluntad de mostrar las manifestaciones de intolerancia (normativizada en la Ley de Vagos y Maleantes desde la II República, 4 de Agosto de 1933 –radicalizada en su aplicación por el Reglamento aprobado en 1935, en pleno bienio conservador-, que sería modificada en la dictadura para incluir la represión de la homosexualidad, 15 de Julio de 1954) en pleno auge del desarrollismo franquista, que acababan por derivar toda psicopatología (y todo comportamiento “de dudosa moral” desde la perspectiva del poder) hacia el encierro y el electroshock… asir con camisa de fuerza una historia de amor (fou, naturalmente). Porque, entre escenas bastante memorables, como las rodadas desde el tejado y las que muestran la recepción del “regalo” en forma de columpio, se nos muestran sucesos poco divulgados (salvo en literatura psiquiátrica escpecializada como aquel pionero impulso antipsiquiátrico del Manuscrito encontrado en Ciempozuelos, 1989, de Guillermo Rendueles Olmedo, recientemente reeditado) porque, a fin de cuentas, atañen a gentes olvidadas hasta por la memoria histórica. Gente que, en todo caso, merece, si no el recuerdo, sí, al menos, ser nombrada....
Por todo ello recibió, más allá de algunos lastres interpretativos del elenco principal, algunos reconocimientos como el Premio del Público a la Mejor Película en el Film by the Sea International Film Festival 2007 de Vlissingen, Holanda; Premio del Público “Ciudad de Tudela” a la Mejor película y Premio de la Juventud en el Festival “Ópera Prima” Ciudad de Tudela 2007; Premio al Mejor Actor de Reparto (Samuel Le Bihan) en el Festival Internacional de Cine y Televisión de Cartagena de Indias 2007, Colombia, con nominación al Premio India Catalina de Oro a la Mejor Película; junto a la nominación al Fotogramas de Plata 2008 como Mejor Actor de Cine (Hugo Silva).
Como
siempre, se proporcionará a las personas asistentes documentación sobre la
producción proyectada (Ficha técnica y artística, carteles, biografía del
director, sinopsis, y comentarios histórico, ético-político y cinematográfico)
realizada por el coordinador del Cine-Forum (José Ignacio Fernández del
Castro); para, tras la proyección, desarrollar un pequeño coloquio. La
sesión se celebrará en el Salón de
Actos (Planta Baja) con asistencia libre. Resulta importante señalar
la necesidad de acudir puntualmente a la hora fijada, pues, para evitar ruidos
que interfieran la proyección, una vez iniciada la misma, se cerrarán las
puertas de acceso a la sala.